En época de frío es importante mantenerte hidratado y tener ciertos cuidados para tener una piel saludable.
La alimentación es una de las claves para tener una piel radiante y si la ayudas con la ingesta de colágeno hidrolizado podrás sentir aún mejores resultados.
En época de frío nuestra piel se ve afectada por la disminución de la temperatura y por el viento. La razón primordial es porque nuestra piel se deshidrata y adelgaza (los dermatólogos lo explican como el debilitamiento de la capa hidrolipídica). Así que hemos preparado una serie de consejos que seguro serán de utilidad para que en los próximos meses puedas evitar la resequedad, la falta de brillo y hasta el envejecimiento prematuro (arrugas) a causa del cambio en el clima.
De entre los consejos que dan los expertos para evitar que nuestro órgano más grande del cuerpo se vea opaco, reseco e incluso avejentado, está la buena alimentación.
Así es, la piel es el reflejo de nuestra salud interna, como es afuera es adentro y esto lo refieren desde los dermatólogos, nutriólogos y hasta aquellos médicos que se han internado en la investigación de los efectos de una buena relación entre el intestino, la piel y el cerebro; esto último lo explica muy bien Whitney Bowe en el libro “Piel radiante, intestino sano”.
¿Qué hacer entonces para cuidar nuestra piel de los efectos del frío?
A continuación te daremos algunas recomendaciones en las que coinciden la mayoría de los expertos en el tema:
- Hidrátate: de manera tópica e interna; es decir, usa cremas sobre todo en el cuello, las manos y la cara, que son las áreas que más están expuestas y que no tienen manera de hidratarse a través de glándulas sebáceas. Ahora que nos lavamos las manos continuamente y ponemos gel antibacterial, el uso de crema humectante es esencial para que tus manos no se resequen tanto.
Aunque no se antoja tomar mucha agua cuando hace frío, recuerda que una excelente opción para ingerir líquidos son las infusiones o guisados caldosos, que además de calentitos contienen agua.
- Protégete de los rayos del sol: a pesar de que no sientas calor en los días de invierno, el sol está ahí y sus rayos con sus efectos para la piel, así que no olvides el protector solar al menos del 15.
- ¡Cuidado con el agua muy caliente al bañarte! Por supuesto que se antoja bañarnos con el agua hirviendo, pero si tiendes a tener la piel reseca trata de evitarlo y usar agua más bien tibia y jabones que humecten.
- Utiliza calentadores + humedad: los expertos señalan que si se usan calefactores o chimeneas lo mejor será no estar muy cerca de ellos y tratar de no generar cambios bruscos en la temperatura corporal; esto es lo que muchas veces puede causar los enrojecimientos. Así mismo es importante que para no deshidratar la dermis con el calor irradiado coloques una toalla húmeda o uses un humidificador mientras se usa la calefacción.
- Tápate por capas: usa fibras que permitan que tu cuerpo “respire” y además te guarde el calor. Lo ideal es usar capas de ropa para que te abriguen bien y al mismo tiempo le des espacio a tu piel para conservar el calor corporal y la humedad. Cuida tu cara, tu cabeza (recuerda que el pelo también sufre con el frío), las manos y el cuello; tapa lo mejor que puedas estas áreas.
- ¡ALIMÉNTATE SANAMENTE! Como lo dijimos párrafos arriba, la clave de una piel sana está en mantener una alimentación sana, lo que no solo te ayudará a reflejar salud en invierno, si no en todo el año. Para ayudar a tu piel a su bienestar en esta época la recomendación de los nutriólogos y especialistas es que aunque en el frío dan ganas de comer más azúcares y harinas puedas encontrar el equilibrio, por ejemplo, consumiendo manzanas que son dulces y saludables, o cereales como la avena o la quinoa. Además de hortalizas y legumbres que puedes combinar de maneras deliciosas en cremas, sopas o guisos calientes y caldosos, que como ya dijimos antes, también te ayudan a hidratarte. Recuerda que alimentos antioxidantes, con Omegas, con vitaminas C, A, D y E, serán tus mejores aliados, además de que fortalecerán tu sistema inmune.
Puedes incluir como una de tus bebidas del día un té, malteada, licuado o agua con colágeno hidrolizado, lo que le dará a tu organismo un apoyo más para mantenerse saludable durante la temporada invernal. El efecto que tiene el colágeno hidrolizado es el de dar mayor elasticidad, tono y humectación a los tejidos de nuestro cuerpo, de tal modo que su consumo ayuda a que tengas un aliado más para que tu piel retenga el agua y pueda estar bien hidratada, así la piel se verá suave, elástica; no perderá su fuerza ni su brillo aún en el frío. Además de ayudar a fortalecer articulaciones y huesos, por lo que, en algunos casos también puede reducir dolores y molestias causadas por la temporada.
Duché cuenta con una amplia variedad de formulaciones con colágeno hidrolizado en polvo de la más alta calidad con las que puedes preparar bebidas calientes o frías. Por ejemplo, el Colágeno Duché con linaza, une las ventajas del colágeno hidrolizado con los efectos digestivos de la linaza, con lo que ayudarás a tu intestino a estar sano y, por ende, a tu piel. También hay opciones de Oseagel para preparar malteadas de vainilla, fresa o chocolate, que serán una buena manera para incluir un desayuno alto en proteína, también necesario para dar energía en días fríos. O bien, el colágeno hidrolizado de pescado que al no tener ni sabor, ni color, ni olor, puede integrarse a cualquier alimento o bebida con la ventaja de su alta digestibilidad.
Es importante aclarar que el consumo de productos con colágeno hidrolizado no sustituye los nutrientes obtenidos por una alimentación balanceada.
En esta temporada de frío, lo importante es que te cuides desde dentro para que reflejes tu bienestar hacia afuera.